Ingredientes frescos para un sabor auténtico
Para esta receta de sopa de pollo y maíz estilo asiático y llena de sabor, necesitarás:
- 1 pechuga de pollo (cortada en trozos)
- 1 taza de maíz fresco o enlatado
- 1 cucharada de jengibre rallado
- 2 cucharadas de salsa de soja
- 1 huevo batido (opcional, para espesar)
- 1 litro de caldo de pollo
Preparación rápida en pocos pasos
Hierve el pollo con el jengibre en el caldo hasta que esté cocido (15-20 min). Retira el pollo, desmenúzalo y vuelve a agregarlo a la olla. Añade el maíz y la salsa de soja, dejando cocinar 5 minutos más. Si prefieres una textura más cremosa, incorpora el huevo batido removiendo constantemente. Ideal para cocinar en espacios prácticos con mesa con fregadero, que facilitan la limpieza.
Un clásico con influencia multicultural
Esta sopa fusiona técnicas asiáticas con ingredientes universales. El maíz, originario de América, se combina con la salsa de soja, un básico de la cocina oriental, creando un plato reconfortante. Su versatilidad lo hace popular en hogares y restaurantes, especialmente en cocinas diseñadas para eficiencia y durabilidad.
Presentaciones que sorprenden
Sirve la sopa caliente en tazones profundos, acompañada de cilantro fresco o cebollín picado para un toque de color. También puedes agregar fideos de arroz para hacerla más sustanciosa. En ambientes profesionales, una presentación impecable es fácil de lograr con superficies de trabajo prácticas y funcionales.
Nutritiva y llena de sabor
Esta sopa no solo es reconfortante, sino también baja en calorías y rica en proteínas. El jengibre aporta un toque picante y beneficios digestivos, mientras que el maíz añade fibra. Una opción perfecta para comidas rápidas, saludables y deliciosas, ideal para cualquier estilo de vida.