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Las ventajas de los extintores de CO2

Cómo cuidar un extintor de CO2

Disponer de un extintor de CO2 eficaz es la mejor manera de garantizar la seguridad de su propiedad y negocio. Es una herramienta de seguridad importante en cualquier entorno, y debe recibir un mantenimiento regular. Es importante asegurarse de que el extintor de dióxido de carbono esté limpio y no esté contaminado.

Extintor de agente limpio

El uso de un extintor de agente limpio es una forma segura de sofocar los incendios. Estos extintores funcionan desplazando el oxígeno, lo que corta la fuente de combustible. Además, son seguros para su uso en espacios ocupados.

Los sistemas de agentes limpios están diseñados para extinguir los incendios de forma rápida y eficaz. También ayudan a evitar que se dañe la electrónica sensible, como los equipos informáticos. Son especialmente eficaces en la extinción de incendios de clase A.

A diferencia de otros agentes extintores, los agentes limpios no dejan residuos. Esto es bueno para las personas, los equipos y el medio ambiente.

Los sistemas de agentes limpios pueden agruparse en dos grupos: halocarbonos y gases inertes. Los halocarbonos son agentes químicos compuestos por dióxido de carbono y nitrógeno. Son especialmente eficaces para aplicaciones especiales, como la protección de aviones y bienes de gran valor. Los requisitos para utilizar halocarbonos son ligeramente diferentes a los de los gases inertes.

Entre los sistemas de extinción de incendios con agentes limpios más comunes están los que utilizan Novec 1230. Se trata de un agente incoloro y no tóxico que actúa para extinguir los incendios sin dañar los bienes de gran valor.

Protección contra incendios con dióxido de carbono en las industrias del acero y el aluminio

A finales de la década de 1920, el dióxido de carbono era el único agente de extinción de incendios gaseoso disponible. Se utilizó ampliamente en las industrias del acero y el aluminio. Desde entonces, el dióxido de carbono ha seguido utilizándose en numerosas aplicaciones en todo el mundo. Su alta capacidad de fijación del calor potencia su efecto extintor.

Los sistemas de extinción por dióxido de carbono están diseñados para la protección de líquidos inflamables, combustibles ordinarios y sólidos peligrosos. Pueden proteger salas enteras. Cuentan con protecciones de seguridad superiores a las de otros extintores de gas inerte. Su limpieza es mínima. Además, se pueden volver a encender.

El dióxido de carbono es un gas inodoro, incombustible y no conductor. Es un componente natural del aire ambiente. Tiene un peso molecular de 44 y es 1,57 veces más pesado que el nitrógeno. Puede almacenarse en tanques de aleación de baja presión, y tiene una gran capacidad de fijación del calor.

También es un agente extintor de incendios extremadamente eficaz. Su elevada capacidad de fijación del calor lo hace eficaz para sofocar incendios en zonas de almacenamiento de líquidos inflamables, sistemas de aspersión, armarios de pintura, recintos eléctricos, equipos de conmutación eléctrica y otros equipos eléctricos.

Descargas accidentales de dióxido de carbono en sistemas de protección contra incendios

Se han producido varias descargas accidentales de dióxido de carbono en sistemas de protección contra incendios. A raíz de estos incidentes se han introducido varias medidas de seguridad. Entre estas medidas se encuentran las alarmas de predescarga.

Estas alarmas impiden la entrada en una zona en la que se ha producido una descarga de dióxido de carbono. Esta salvaguarda ayuda a rescatar al personal atrapado. También proporciona un medio para una rápida evacuación.

Estas alarmas deben estar equipadas con un tiempo de retardo suficiente para que el personal pueda salir con seguridad de una zona. Esto es importante, especialmente en situaciones de incendio.

Aunque el dióxido de carbono es un agente eficaz para la extinción de incendios, su toxicidad aumenta cuando supera una determinada concentración. El límite actual de toxicidad recomendado por la NRC para el CO2 es de 10.000 partes por millón.

Las directrices de la NFPA 12 recomiendan que se instale una alarma previa a la descarga en el sistema de dióxido de carbono. Estas alarmas también son requeridas por SOLAS y OSHA. Esta alarma alertará a los empleados de que el dióxido de carbono está a punto de ser descargado y permitirá una evacuación segura.

Mantenimiento de un extintor de CO2

Tanto si es propietario de una empresa como si es un particular, debe saber cómo cuidar un extintor de CO2. El cuidado adecuado de un extintor de CO2 garantizará que su extintor sea eficaz y seguro de usar.

Los extintores de dióxido de carbono son sistemas de gas tridimensionales que suprimen los incendios. Son altamente inertes y son ideales para proteger del fuego a los combustibles ordinarios. También pueden proteger materiales peligrosos.

Cuando se utiliza un extintor de CO2, libera un potente chorro de gas que priva al fuego de oxígeno. Este gas es un gas inerte no conductor, que está extremadamente frío cuando sale del cilindro presurizado.

Los extintores de dióxido de carbono deben ser inspeccionados y mantenidos regularmente. Dependiendo del tipo de extintor que tenga, deberá realizar diferentes procedimientos de mantenimiento.

Si tiene un extintor de CO2 portátil, tendrá que comprobar la manguera para asegurarse de que está intacta. También deberá asegurarse de que la manguera no esté obstruida.

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