El nuevo reto de la seguridad visual
Diseñar un local bonito es un arte. Pero diseñarlo bonito y legalmente seguro, es todo un desafío. Y uno de los elementos que más quebraderos de cabeza genera en interiorismo comercial es el extintor. Ese cilindro rojo que parece gritar “¡emergencia!” rompe, literalmente, con cualquier estética. Por eso surgen los extintores decorativos: una solución visualmente atractiva… pero, ¿legal? En este artículo analizamos su validez normativa, sus riesgos y sus oportunidades reales para locales comerciales, hoteles y restaurantes.
¿Qué es un extintor decorativo y por qué se usa?
Un extintor decorativo puede ser un dispositivo real modificado estéticamente, o un objeto puramente ornamental con forma de extintor. En ambos casos, el objetivo es el mismo: armonizar la protección contra incendios con el diseño interior. Se ven cada vez más en cafeterías de autor, tiendas de moda o restaurantes de cocina creativa. Pero lo que parece una solución perfecta, puede suponer una trampa si se pasa por alto la legislación vigente.
¿Dónde comprar extintores bonitos… y homologados?
Existe la posibilidad de comprar extintores que combinen diseño y funcionalidad. Algunos fabricantes y distribuidores ofrecen modelos estéticamente cuidados, con acabados en color grafito, blanco o incluso acabados metálicos, pero que siguen cumpliendo con la normativa. La clave está en que estas modificaciones están realizadas desde fábrica, respetando requisitos como el marcado CE, la visibilidad del manómetro y las instrucciones de uso.
Extintores ABC: cuando la seguridad se adapta al entorno
Los extintores ABC son la elección más común en locales comerciales porque actúan sobre los tres tipos de fuego más frecuentes. Actualmente hay modelos con estética mejorada que no comprometen la seguridad. Por ejemplo, un extintor blanco con texto visible puede integrarse mejor en un espacio minimalista o escandinavo sin que por ello pierda validez legal ni operativa.
Extintores CO₂: funcionalidad moderna y estilo natural
Los extintores CO2, especialmente usados en cocinas, espacios con equipos informáticos o salas técnicas, tienen un diseño más neutro gracias a sus cilindros de acero o aluminio. Algunos arquitectos los dejan visibles precisamente porque encajan bien con entornos industriales o contemporáneos. Lo importante es que no se modifiquen sin autorización técnica, ni se oculten en elementos decorativos sin acceso rápido.
¿Qué dice el RIPCI sobre los extintores modificados?
El Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios (RD 513/2017) exige que todo extintor esté homologado, tenga marcado CE, indicaciones legibles, sea fácilmente accesible y esté revisado periódicamente. Cualquier alteración estética que comprometa estas condiciones puede anular su validez legal. Es decir, si el diseño impide localizarlo o leerlo en caso de emergencia, no está permitido.
¿Es legal vinilar, pintar o camuflar un extintor?
Depende. Si lo hace un fabricante autorizado y se asegura que se mantiene la visibilidad de las partes esenciales del extintor, sí. Si lo hace el dueño del negocio o un decorador por su cuenta, muy probablemente no. Un error común es cubrir el extintor con vinilos decorativos que impiden ver las instrucciones o dificultan el uso rápido. Este tipo de personalizaciones no autorizadas pueden dar lugar a sanciones y problemas con los seguros.
Soluciones inteligentes: integración sin infracción
Los diseñadores de interiores tienen hoy alternativas perfectamente legales y estéticas: armarios empotrados con puertas discretas, cajas metálicas personalizadas o ubicaciones estratégicas que ocultan sin bloquear. Estas soluciones permiten mantener el equilibrio entre lo visual y lo normativo. También existen soportes de diseño que elevan el extintor del suelo o lo colocan en un punto visible… pero integrado con el entorno.
¿Qué riesgos legales y económicos conlleva usar uno no válido?
Colocar un extintor decorativo no homologado en lugar del reglamentario supone una infracción. En caso de inspección, podría derivar en una sanción. En caso de incendio, el seguro podría negarse a cubrir daños. Y lo peor: un fuego sin extintor operativo puede multiplicar sus consecuencias en segundos. La estética nunca debe anteponerse a la funcionalidad. La ley es clara, y no admite excepciones en este tema.
Casos reales: lo que ya está ocurriendo
Algunos negocios han recibido avisos tras inspecciones municipales al detectar extintores sin identificación visible. Otros han tenido que sustituir modelos decorativos por convencionales para poder obtener licencias de apertura. Incluso hay casos en los que, tras un pequeño incendio, el seguro denegó la cobertura porque el extintor usado no estaba homologado. No son anécdotas: son precedentes.
El diseño no está reñido con la prevención
Hoy es posible tener un extintor decorativo que también sea legal, siempre que esté certificado y no haya sido manipulado por cuenta propia. La clave está en asesorarse bien, planificar desde el diseño inicial y adquirir los productos en canales especializados. La prevención de incendios es una parte esencial de cualquier negocio. Y si se puede integrar con estilo, mucho mejor. Pero sin olvidar nunca que un extintor, por muy bonito que sea, debe salvar vidas antes que impresionar.