La escuela taller de Castrillón aprende a desenvolverse ante el peligro real de incendios

La escuela taller de Castrillón aprende a desenvolverse ante el peligro real de incendios

La Escuela Taller de Castrillón ha puesto en marcha una iniciativa fundamental para la seguridad y el aprendizaje de sus alumnos. En esta ocasión, ocho jóvenes del curso de Limpieza de Espacios Abiertos e Instalaciones Industriales participaron en una jornada práctica enfocada en la prevención y control de incendios. El objetivo fue claro: aprender a manejar de manera adecuada los diferentes extintores, comprender el alcance real del calor en un incendio y adquirir habilidades que, en el futuro, podrán salvar vidas y proteger infraestructuras.

Una práctica con impacto real en la seguridad

Los estudiantes vivieron una experiencia enriquecedora gracias a la colaboración de los bomberos del aeropuerto y la empresa Vitaly, quienes organizaron un taller práctico de emergencias. A través de una unidad móvil diseñada para recrear diferentes escenarios de riesgo, los alumnos pudieron enfrentarse a situaciones como fugas de gas y la extinción de llamas mediante el uso de mangueras y equipos especializados.

La actividad permitió que los jóvenes, muchos de ellos sin experiencia previa en estas dinámicas, experimentaran la fuerza del fuego y la importancia de actuar con calma y precisión. El ejercicio, además de realista, sirvió para fomentar la confianza y el trabajo en equipo, competencias esenciales tanto en el ámbito laboral como en la vida cotidiana.

El primer contacto con los extintores

Para varios de los alumnos fue la primera vez que tomaron en sus manos un extintor. Eduardo Gaitica, de 23 años, relató con entusiasmo su vivencia al enfrentarse directamente a las llamas. La práctica dejó claro que el uso de este dispositivo requiere conocimiento y decisión, ya que no se trata solo de presionar una palanca, sino de saber cómo dirigir la descarga y en qué momento hacerlo para maximizar la eficacia.

Los bomberos explicaron el proceso de funcionamiento de la unidad simuladora: una balsa con agua que, al recibir gas propano, recrea la combustión. Esto permitió a los participantes no solo aprender el manejo de los extintores, sino también sentir la intensidad del calor y la radiación que desprende un fuego real, una experiencia que la teoría nunca podría igualar.

La importancia del extintor ABC en la formación

Durante la práctica, uno de los protagonistas fue el extintor ABC, un equipo versátil diseñado para sofocar incendios de tipo A (materiales sólidos como papel o madera), tipo B (líquidos inflamables) y tipo C (gases). Su uso en la jornada fue clave para que los alumnos comprendieran cómo un solo dispositivo puede adaptarse a diferentes emergencias.

El conocimiento sobre este tipo de extintores es indispensable en cualquier entorno laboral, especialmente en actividades de limpieza industrial o espacios abiertos donde el riesgo de contacto con materiales inflamables es mayor. Aprender a manipular un extintor ABC en condiciones reales es un paso decisivo en la capacitación de estos jóvenes para afrontar escenarios de riesgo con mayor seguridad.

Noticias que reflejan un cambio en la formación juvenil

Este tipo de noticias demuestra cómo las escuelas taller se convierten en espacios de transformación para los jóvenes que buscan nuevas oportunidades laborales. No solo se trata de adquirir conocimientos técnicos, sino también de desarrollar competencias prácticas en seguridad, prevención y responsabilidad social.

Pablo Fernández, director de la Escuela Taller, y Marino Gómez, monitor, resaltaron la relevancia de estas jornadas, señalando que forman parte de una estrategia integral para preparar a los alumnos en el manejo de herramientas, equipos y situaciones de emergencia. Según destacaron, este tipo de dinámicas son “fundamentales” para quienes trabajarán con maquinaria como desbrozadoras y otros instrumentos que, aunque habituales, pueden representar riesgos si no se manejan con cuidado.

Un proyecto que genera oportunidades reales

La Escuela Taller de Castrillón no solo apuesta por la seguridad, sino también por la inclusión y el desarrollo social. Está dirigida a jóvenes desempleados de entre 16 y 30 años que, en muchos casos, no han tenido un recorrido educativo exitoso. Sin embargo, gracias a este programa, logran encontrar un camino hacia la formación y la inserción laboral.

Durante los primeros tres meses, los alumnos recibieron una beca, y a partir de junio pasaron a ser contratados por el Ayuntamiento, percibiendo el 75% del Salario Mínimo Interprofesional. Este esquema no solo fomenta el aprendizaje, sino que también brinda estabilidad y experiencia práctica, factores esenciales para el crecimiento profesional de los participantes.

Un futuro prometedor para los jóvenes

El monitor Marino Gómez destacó el entusiasmo y la dedicación de los estudiantes, quienes, a pesar de las dificultades pasadas, muestran un interés genuino por aprender y crecer en un entorno profesional. La motivación se refleja en la manera en que enfrentaron cada reto de la práctica contra incendios, demostrando disciplina y compromiso.

Con estas iniciativas, la Escuela Taller no solo cumple con su objetivo educativo, sino que además ofrece a la comunidad jóvenes mejor preparados, conscientes de la importancia de la seguridad y con la capacidad de reaccionar ante emergencias de manera responsable.

Formación en seguridad: una inversión para todos

La capacitación en el uso de extintores y el conocimiento práctico del fuego son herramientas que marcan la diferencia en el ámbito laboral. En espacios industriales o en labores de limpieza viaria, la posibilidad de enfrentar un incendio existe y estar preparados puede evitar consecuencias graves.

Por ello, este tipo de programas no solo benefician a los alumnos, sino también a las empresas, instituciones y comunidades donde estos jóvenes desempeñarán sus labores. La prevención y la seguridad son inversiones que, a largo plazo, generan entornos más protegidos y eficientes.

Un modelo a seguir

La experiencia vivida en la Escuela Taller de Castrillón refleja la importancia de integrar la seguridad en los programas de formación. Los alumnos no solo aprenden un oficio, sino que adquieren habilidades prácticas que podrán aplicar en cualquier momento de su vida. El aprendizaje sobre el manejo del fuego, el uso del extintor ABC y la conciencia sobre la prevención de riesgos posicionan a esta institución como un referente en la capacitación juvenil.

La jornada ha demostrado que con esfuerzo, compromiso y las herramientas adecuadas, es posible transformar vidas, abrir oportunidades laborales y, al mismo tiempo, fortalecer la cultura de la seguridad.