Actualización del Código Técnico: Nuevas demandas urbanas y adaptación normativa en materia de seguridad.

Actualización del Código Técnico: Nuevas demandas urbanas y adaptación normativa en materia de seguridad. 

Las ciudades están experimentando un crecimiento acelerado en usos que hace apenas unos años eran minoritarios pero que hoy forman parte de la realidad cotidiana: trasteros de alquiler independientes, mini-almacenes externos al hogar y un incremento notable de pisos turísticos. Este nuevo mapa urbano ha puesto en evidencia la necesidad de reforzar la seguridad contra incendios en los edificios residenciales, adaptando el marco normativo a riesgos que antes no estaban contemplados con suficiente precisión.

La reciente actualización del Código Técnico de la Edificación (CTE) introduce cambios profundos en el diseño y acondicionamiento de los espacios comunes. La normativa, ya en vigor, responde a la aparición de usuarios ocasionales que desconocen la disposición interna de los inmuebles, lo que puede dificultar la evacuación en situaciones de emergencia. El objetivo principal es claro: garantizar la resistencia estructural, limitar la propagación del fuego y asegurar evacuaciones rápidas y efectivas.

Reestructuración de espacios y medidas reforzadas en zonas de almacenamiento

Uno de los ejes fundamentales de la reforma normativa es la redefinición del llamado “uso almacén”. La proliferación de trasteros ajenos a la vivienda habitual —destinados a alquiler, logística doméstica o almacenamiento temporal— ha exigido la implementación de mayores medidas de seguridad. Estos espacios, por su propia naturaleza, concentran materiales de distinta tipología y suelen ser utilizados por múltiples usuarios, lo que aumenta la complejidad en la gestión del riesgo.

A partir de esta actualización, los espacios de almacenamiento independientes deberán incorporar sistemas esenciales como detección automática, barreras de compartimentación y equipamientos de extinción fijos cuando así lo determine la evaluación del riesgo. Se refuerzan también los requisitos de resistencia al fuego en paredes, suelos, techos y puertas destinadas a separar los trasteros del resto de zonas comunes.

Equipamiento indispensable para comunidades que desean comprar extintores

El aumento de exigencias en materia de seguridad hace imprescindible que las comunidades de propietarios y gestores de inmuebles revisen su equipamiento contra incendios. Quienes necesiten comprar extintores deberán elegir dispositivos certificados y adecuados a la nueva clasificación de riesgos establecida por el CTE. Los edificios con uso almacén anexado deberán asegurarse de disponer del número y tipo de equipos necesarios para actuar de manera inmediata ante un conato de incendio.

La distribución estratégica de estos dispositivos adquiere un papel esencial para cumplir con la normativa y reducir los tiempos de exposición al fuego, especialmente en zonas de circulación o acceso frecuente de personas que desconocen la configuración del edificio.

Mayor demanda y uso técnico de los extintores co2

El fortalecimiento de las medidas de protección en trasteros y zonas comunes ha incrementado la necesidad de incorporar extintores co2, especialmente en áreas donde existen instalaciones eléctricas, equipos electrónicos o materiales sensibles. Estos dispositivos son esenciales para gestionar situaciones de incendio sin dejar residuos y sin dañar los bienes almacenados.

La normativa recalca la necesidad de utilizar extintores co2 en espacios susceptibles de sufrir incendios de origen eléctrico, garantizando una actuación rápida y segura. Su capacidad para evitar daños colaterales los convierte en una herramienta cada vez más demandada en edificios que integran usos mixtos o zonas de almacenamiento interno.

Un enfoque integral de protección activa contra incendios

La reforma del Código Técnico no se limita a reforzar la compartimentación y la resistencia al fuego; incorpora una visión moderna y más completa de la proteccion activa contra incendios, elemento clave para asegurar la respuesta inmediata ante cualquier emergencia.

Dentro de esta protección activa destacan:

  • Sistemas automáticos de detección y alarma.

  • Equipos de extinción portátiles y fijos.

  • Sistemas de control y evacuación de humos.

  • Señalización luminosa y fotoluminiscente reforzada.

  • Incorporación de tecnologías inteligentes para la supervisión y activación temprana de equipos.

Además, la normativa redefine el concepto de salida de planta, eliminando la posibilidad de que las escaleras abiertas sigan considerándose rutas seguras de evacuación en la mayoría de los inmuebles. Esto obligará a su cierre o compartimentación, garantizando así que no actúen como chimeneas de humo ni como vías de propagación del fuego.

Nuevos criterios para proyectos que soliciten licencia desde el 10 de noviembre

Todos los proyectos que a partir del 10 de noviembre soliciten una licencia urbanística deberán cumplir obligatoriamente la nueva versión del CTE, lo que representa un cambio profundo para arquitectos, promotores y gestores de obra. Esto implica un rediseño estructural destinado a mejorar la seguridad pasiva y activa en todo tipo de edificaciones residenciales.

Entre los ajustes más relevantes se encuentran:

  • Mayor resistencia al fuego según el tipo de espacio.

  • Adopción de vestíbulos de independencia o de incendio.

  • Limitación estricta de escaleras abiertas.

  • Redefinición de recorridos y salidas de evacuación.

  • Nuevas exigencias en instalaciones y sistemas de control.

Estas medidas buscan garantizar que los inmuebles resistan el tiempo necesario para permitir una evacuación segura y ordenada, especialmente en edificios donde conviven residentes y usuarios temporales.

Impacto directo en Galicia y en otras comunidades con usos urbanos emergentes

Galicia, como otras regiones de España donde la presencia de trasteros de alquiler ha crecido de manera exponencial, será una de las comunidades donde la reforma tendrá un impacto más notable. La coexistencia de viviendas habitadas con espacios logísticos de uso compartido aumenta los riesgos si no se cuenta con medidas de control eficaces.

La normativa pretende dar respuesta a este fenómeno incorporando requisitos que protejan la vida de los usuarios y reduzcan la exposición al fuego de materiales inflamables almacenados en espacios anexos al hogar. Cada edificio deberá evaluar su situación particular para determinar el nivel de equipamiento y los sistemas de extinción necesarios en función de los riesgos detectados.

Arquitectura adaptada a nuevas necesidades urbanas

La actualización del Código Técnico de la Edificación supone un avance significativo en materia de seguridad en entornos residenciales. La incorporación del uso almacén, el refuerzo de la protección activa y la redefinición de los criterios de evacuación crean un marco más sólido y preparado para afrontar los retos derivados de los nuevos hábitos urbanos.

Este cambio normativo no solo mejora la protección de los residentes habituales, sino también la de los usuarios ocasionales que pueden desconocer las características del inmueble. Las nuevas exigencias consolidan un entorno más seguro, eficiente y adaptado a la creciente complejidad del urbanismo actual.